Valoración de la entidad sobre su desarrollo
Transcurridos 10 años de la creación de la Asociación Socio-Cultural Entre Mares, nuestra valoración es que por muchos esfuerzos que hayamos realizado, siguen sin encajar, ni se ajustan con esas buenas intenciones y/o estrategias dirigidas a promover la convivencia entre las personas autóctonas y los/as nuevos vecinos/as. El reto de cómo afrontar la diversidad cultural y el reconocimiento de las distintas identidades en el espacio colectivo, no se nos muestra cercano. Más bien esas realidades nos mueven a cuestionar la validez, idoneidad y corrección de esas estrategias.
Como organización que trabaja con y para las personas que están inmersas en procesos de movilidad en Fuerteventura, es nuestra obligación mostrar la realidad de estas personas altamente vulnerabilizadas. Poner de manifiesto las situaciones de quebranto de derechos que sufren estas personas, muchas de las cuales están íntimamente relacionadas con el impacto de la irregularidad administrativa en múltiples dimensiones de su vida.
Como sociedad civil que aspira a caminar de la mano de las personas que viven en la invisibilidad de la irregularidad administrativa en la isla, estamos llamados a ser conscientes, identificar y acercarnos a la realidad que sufren. Estamos llamados a reivindicar su acceso a derechos, a que sean amparadas por el Estado de derecho y a que puedan empezar a ejercer como ciudadanos y ciudadanas. Este es el principal escollo con el que chocan todos los bien intencionados Planes y Proyectos de las políticas públicas de integración y convivencia.
Constatamos, que estos pasos no se están dando; pese a las buenas intenciones y acciones recogidas en la Estrategia Canaria de Inclusión Social 2019-2021, elaborado por el Comisionado de Inclusión Social y Lucha contra la Pobreza, del Gobierno de Canarias, o se dan, con “nuevas iniciativas” que por sus planteamientos, objetivos y acciones recuerdan, anteriores empeños de “favorecer el dialogo y la comunicación entre culturas que conviven en un mismo sitio, favorecer el encuentro intercultural” – Directora del Taller de Mediadores Interculturales en materia de Inmigración. Proyecto promovido por la Viceconsejería de Asuntos Sociales e Inmigración del Gobierno de Canarias (octubre 2005)- como el Proyecto de Canarias Convive del Gobierno de Canarias en colaboración con la Universidad de La Laguna. Que durante el pasado año, ha venido realizando, encuentros y acciones conducentes a elaborar el segundo Plan Canario de Inmigración y Convivencia Intercultural. desde la Asociación Socio-Cultural Entre Mares, se ha participado en varias de las acciones organizadas. Sin embargo, independientemente de valorar positivamente todas las acciones conducente a bordar, aunque sea someramente y «sustentadas sobre algunas imprecisiones, si no falacias, que han alcanzado el grado de tópicos a propósito de la interculturalidad y de la inmigración…», en palabras de Francisco Javier de Lucas Martin, catedrático de filosofía del derecho y filosofía política en el Instituto de Derechos Humanos de la Universidad de Valencia.
No podemos obviar el pasado, el paralelismo de las iniciativas que desde el Gobierno de Canarias se llevaron a cabo durante los años 2005 y 2006, con las “nuevas iniciativas” de este Plan Canario de Inmigración y Convivencia Intercultural 2023-2027. Se echa en falta en estos Planes y Proyectos, varios aspectos que si no se ponen de manifiesto desde el inicio, difícilmente pueda dar respuestas a largo plazo y mantenidas en el tiempo a una gestión de la diversidad cultural en igualdad de derechos. Destacamos algunos de estos aspectos:
Un enfoque de la diversidad cultural que deje de parecer alógeno, es decir, producto de factores externos. Abordando la pluralidad cultural endógena en primer lugar.
Un planteamiento que no obvie la verdadera dimensión de la gestión de la diversidad, se esta del tipo que sea, que es el acceso al poder y a la riqueza, un acceso en el que se imponen condiciones discriminatorias y de subordinación, muchas veces justificada desde o por la diferencia cultural.
Un definición clara de lo que se entiende por interculturalidad y el sentido que le atribuimos.
Una clara separación entre lo que es la integración social y la integración cultural. Concepto y realidades muy diferentes Pues como se ha puesto de manifiesto, la integración social de la población migrante que reside en Fuerteventura no puede acceder a esa integración social por estar mayoritariamente en situación irregular. Lo que la excluye del acceso a derechos, como la vivienda, el empleo formal, la sanidad y también la cultura. Pues se puede volver a correr el riesgo, como hace 18 años, de que esa interacción, que efectivamente tiene que ser bidireccional y ha de producir cambios en ambas partes (quienes están-quienes llegan) no se llegue a producir, como se produjo en su momento. Y se siga manteniendo, no solo la imagen, sino la real situación de una sociedad de acogida canaria que “integra” a quienes llegan, permaneciendo intacta, igual a sí misma.
Reflejar como primer escollo a la propuesta de la convivencia intercultural la situación de asimetría en la relación de “acogida”, que se está dando en los procesos de movilidad de las personas que están llegando a Canarias. Para no volver a caer en la tolerancia, la condescendencia paternalista o la humanidad respetuosa propias de “nuestra civilización”. Cuestión de vital importancia desde el punto de vista de la relación entre la convivencia intercultural (integración) y el reconocimiento de derechos, que es la condición para esa convivencia y no una consecuencia de la misma.
Hablar de Interculturalidad, de Proyectos Interculturales en la CCAA de Canarias y en el Estado español, es cuanto menos ilusorio, cuando uno de los pilares que sustenta esta vía de integración, de la diversidad, es la igualdad del acceso a los Derechos para todas las personas que residen en un mismo territorio, de lo cual, tenemos sobradas evidencias de que realmente eso no existe…