Muchos inmigrantes llegan con habilidades que son muy necesarias en nuestros mercados laborales; Sin embargo, a menudo enfrentan dificultades para haciéndolos valorar y encontrar trabajos que reflejen su nivel de habilidades. Según los datos de Eurostat, la tasa de empleo en la UE en la población en edad de trabajar fue mayor para los ciudadanos de la UE (73,3 %) que para los ciudadanos de fuera de la UE (61,2 %) en 2020. Adulto joven los inmigrantes nacidos fuera de la UE suelen tener muchas más probabilidades (21 %) que los nativos (12,5 %) de no tener empleo ni estar en educación y formación, especialmente las mujeres inmigrantes (25,9%). De hecho, las mujeres inmigrantes corren un alto riesgo de estar sobrecualificadas por su trabajo, lo que puede conducir a la depreciación de sus habilidades.
Las personas migrantes y refugiadas suelen enfrentarse a mayores obstáculos y un acceso limitado al mercado laboral, especialmente debido a la falta de redes sociales, barreras culturales, lingüísticas y sociales, racismo e intolerancia, conocimiento insuficiente de las normas regulatorias, administrativas y marco financiero.